De OTA en OTA y aparco donde me toca
- Lorea Reyes y Adiran Gómez
- 13 oct 2016
- 3 Min. de lectura
Desde la implantación de la OTA en los barrios colindantes de La Peña, sus calles se han convertido en el blanco perfecto para aparcar de manera gratuita.

Camiones y furgonetas de comercios aparcados. Foto: Adiran Gómez
Encontrar aparcamiento se ha convertido en misión imposible. Desde que en 2014 se implantara la OTA en las zonas de Miribilla y Bilbao La Vieja, La Peña ha sufrido en sus propias carnes la cara B de este sistema. Huyendo del estacionamiento de pago, los vehículos de estos barrios han encontrado en La Peña el sitio ideal donde aparcar sin que su bolsillo se vea afectado.
Vehículos de talleres mecánicos que ocupan varias plazas de aparcamiento, coches de empresa a los que no conceden la OTA de residente por no ser propiedad del vecino y trabajadores que aparcan en el barrio para después ir a sus trabajos en Bilbao. Éstas son las principales causas que los residentes de La Peña ven para la falta de aparcamiento. “Tenemos prioridad los del barrio”, manifiesta Ane García, vecina de Abusu.
Si bien ha habido varias iniciativas para regular el uso de las plazas de aparcamiento, ninguna de ellas ha llegado a buen puerto. La recogida de firmas fue la opción tanto de vecinos como de partidos políticos. Concretamente la del Partido Popular (PP), quien consiguió 870 firmas en la primavera de 2015, lo que supone más del 10% de los habitantes de La Peña.
“Históricamente el barrio ha tenido el problema del aparcamiento, que se ha visto agravado con la instalación de la OTA en los barrios colindantes -explica Óscar Fernández, concejal del PP en Bilbao-. Hubo un procedimiento de recogida de firmas y propusimos al equipo de gobierno del Ayuntamiento de entonces a instalarla. Por su parte obtuvimos la respuesta de ‘lo vamos a estudiar’, pero no ha habido ninguna solución hasta ahora”.
No obstante, una parte de La Peña sí cuenta con una zona verde. En los 400 metros de distancia desde el comienzo de la calle Zamakola hasta la altura del puente de Miraflores, es fácil encontrar aparcamientos libres, situación impensable hasta 2014.
“Es la única manera de que personas de otros barrios no vengan a aparcar y nos quiten los pocos aparcamientos que tenemos. Antes de la OTA solía dar cuatro y hasta cinco vueltas. 25 minutos para finalmente dejarlo a 300 metros de casa”, asegura José Ramón Pérez, vecino de la zona verde de Zamakola.
Como solución algunos vecinos proponen implantar la OTA para descongestionar las zonas de aparcamientos, como ya sucedió en los barrios colindantes. “Mis padres viven en San Adrián y cuando pusieron OTA pasó de no haber ni un sitio a estar todo vacío”, comenta Ane. “Económicamente para los residentes merece la pena porque aparcas en la puerta”. Para los vecinos supone 45,16 euros anuales, es decir, 3.76 euros al mes.
Sin embargo, este sistema también cuenta con sus críticos. “No creo que sea la solución para el problema de aparcamiento", cuenta Natividad Moral. "Siempre he estado en contra porque es un impuesto abusivo, ya se paga el derecho al aparcamiento en el impuesto de circulación ”, aclara. Otro de los motivos por los cuales una parte del vecindario se muestra en contra de este sistema de estacionamiento es "el daño" que supondría para los comercios locales. “Los días que más cuesta aparcar son los días que hay pintxopote. Viene mucha gente de fuera a reanimar el comercio del barrio y con la OTA se vería afectado”, añade.
Más aparcamiento
Con la llegada cada vez más frecuente de vehículos al barrio, las obras para ampliar las plazas de aparcamiento eran una necesidad evidente. Así llegaron la construcción del nuevo parking gratuito situado detrás del colegio Juan Delmás y el cambio de estacionamiento en línea por el de batería en la calle Abusu.
Actualmente, el área de Circulación de Transportes está estudiando incorporar nuevas zonas de OTA.
Mientras, la realidad de encontrar aparcamiento continúa.
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